Hay muchas razones para viajar cuando eres joven. Si preguntamos en una clase de adolescentes, la principal sería pasarlo bien. Aunque como padres o profesores sabemos que hay muchos más beneficios.
Sin duda, los viajes educativos tienen que tener un componente de diversión que los haga atractivos para que los jóvenes se motiven a cambiar su zona de confort durante periodos de vacaciones o incluso durante semestres o cursos escolares.
De esta manera conseguimos lanzarles a iniciar una aventura que no solo les mejorará su conocimiento del idioma que vayan a practicar, sino que les aportará grandes avances a nivel personal.
Una de las primeras cosas que los jóvenes aprenden al vivir en un país con otra lengua, es la necesidad de dominar un idioma para poder comunicarse. El poner en práctica lo que llevan tanto tiempo aprendiendo en el aula, cobra por fin un sentido. Al mismo tiempo, el poder practicar diariamente hace que el proceso de aprendizaje sea mucho más rápido, ganando en fluidez y comprensión.
Otra de las grandes ventajas de viajar es poder conocer una nueva cultura. Explorar otra cultura nos aporta un conocimiento que abre nuestra mente y horizontes, a la vez que nos hace más tolerantes a la diversidad del mundo en que vivimos.
Tener que tomar decisiones sin depender de nadie acelera el proceso de madurez y de responsabilidad.
Y sin duda, lo más importante y motivador para los jóvenes: tener la oportunidad de hacer nuevos amig@s de otras partes del mundo!
¡¡Esperamos haberos animado a organizar vuestro viaje con nosotros!!
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